Mensaje de bienvenida

Si os gusta algo de lo que escribo o discrepais, no dudeis en comentalo, siempre y cuando sean criticas constructivas, educadas y respetuosas. Desde antes de que empeceis a leer os informo de que soy un joven guitarrista, de religión católica, y que ninguna de esas dos cosas son discutibles ni criticables dentro de mi blog.
Muchas gracias y que lo dsifruteis.

sábado, 3 de marzo de 2012

El Gato con botas de Prada

Ocurrió que un magnate de Wall Street murió de codicia, y sus tres hijos, sin demasiada pena, acudieron de inmediato al notario, a ver que les había dejado el hombre aquel.
El notario leyó el testamento, saltándose lo que los hijos consideraron irrelevante, y pasó directamente a las particiones. Al mayor le dejó la fortuna y una de las dos mansiones, al mediano la segunda y las acciones de la empresa  exportadora de petróleo, y al pequeño... el notario puso cara de incredulidad y comenzó a reírse, no podía entenderlo, le había dejado a su gato.
Salió el hombre furioso de allí y volvió a su casa con el felino. Una vez allí, el animal se estiró y se durmió.
El amo, enfadado, contó a su pareja lo ocurrido, y ella lo dejó inmediatamente,alegando que ya no iba a ser lo mismo sin los lujos a los que la había acostumbrado, así que recogió sus cosas y se fue.
A la mañana siguiente, el teléfono sonó en el piso del desdichado individuo. Era su exnovia, preguntando por sus botas de Prada, que no encontraba entre sus maletas. Él, que aún no daba crédito a lo ocurrido, fue a buscarlas, pero no las encontró.ningún lado. Buscando se dió cuenta de que el gato ya no estaba allí.

Se fue a trabajar, ya que, pese a que su padre era rico, el nunca había catado su fortuna, y cuando volvió, el gato estaba otra vez allí, dormido en el sofá.
Fue superando el trauma de la ruptura, y empezó a pensar en salir con alguien, pero no sabía cómo empezar, era tímido y no le gustaban los bares ni las discotecas. Empezó a hablarle al gato de su padre para desahogarse, porque no le entendía ni tampoco hablaba debido a su condición felina. Le contó que, desde hacía tiempo se había fijado en la vecina de enfrente, una chica joven y guapa, muy simpática e inteligente.

Y así el gato tomó una decisión, cogió las botas que robó a la interesada novia de su amo y se las calzó en las patas traseras, arrancó una hoja de un blog de notas que encontró por la casa, y, ciñéndose a las palabras de su dueño sobre la vecina,escribió unos inspirados versos con la uña mojada en la tinta de un matasellos robado del despacho de abogados del tercer piso. Luego cortó una rosa roja del patio de la vecina del quinto, cogió un trozo de lazo del modisto del octavo, y con botas de Prada, poema enlazado a modo de collar y rosa roja en la boca, se presentó en casa de la vecina de enfrente.
A ella le pareció simpático el detalle, y se asomó a la ventana y al pasillo en busca del responsable de todo aquello. Como es lógico no encontró a nadie, por lo que sonrió coqueta y fue a por un cuenco de leche para el gato, pero, cuando volvió, el gato ya no estaba allí.

Cada vez que el hijo del accionista confesaba con el gato sus sentimientos hacia ella, este lo redactaba en forma de poema todo cuanto oía y se lo llevaba con una rosa roja.
Finalmente, el gato organizó un encuentro, pidiendo a la chica que confirmara su asistencia en la nota de ese día, ante lo cual ella escribió un sí. Luego el gato agrupó los escritos y se los presentó a su amo, que los leyó incrédulo, sin saber como ni entender porqué, pero cuando acabó, cogió al gato y lo llevó asustado de lo ocurrido a un centro de acogida de animales.
Pese a todo, acudió a la cita, y congeniaron divinamente, por lo que en cuando la dejó en su casa, corrió al centro de animales a recuperar a su gato, pero el gato ya no estaba allí.

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